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La nueva alquimia de Matraz

La siempre inquieta escena progresiva chilena se caracteriza por la constante irrupción de nuevas propuestas. Esta vertiente estilística resiste estoicamente los embates de los nuevos tiempos y la triste recurrencia de escasez de espacios, lo cual refuerza la definición acuñada por los propios fans del estilo, en el sentido de constituir un universo para la inmensa minoría, pero con una solidez y calidad compositiva sorprendente.

A esta impronta distintiva, se suma uno que otro retorno. Algunos de ellos, marcados por la alta observación que generan en este puñado de valientes adictos al riesgo sonoro, los llamados grupos “clásicos”, marcan verdaderos hitos en la escena progresiva nacional. Tal es el caso de Matraz, quinteto chileno considerado uno de los más serios e importantes exponentes del rock progresivo criollo.

La banda, ahora reverdecida por la inclusión del nuevo guitarrista Gonzalo Cordovez, ha vuelto a las andadas y su regreso no ha pasada inadvertido. Y es que con el álbum “Gritaré” de 2004, Matraz se catapultó como un grupo de exportación, venerado también por miles de fans, tanto en Chile como en el extranjero.

Luego de exitosas giras por México y Brasil organizadas por su sello Mylodon Records, Matraz optó por una etapa de introspección y silencio que duró hasta el 2014, momento en el que deciden nuevamente deciden aplicar turbo a su búsqueda de nuevos universos musicales. Este resurgimiento trajo consigo una extensa gira por Chile. Se metieron al estudio y, luego de este frenesí creativo, emergió “Emil 1” en 2017, el primer trabajo oficial post regreso, esta vez en formato digital y compuesto por tres interesantes composiciones, las que a juicio de la propia banda corresponden al “primer paso” de una serie de encuentros que pretenden ir lanzando de manera gradual hasta completar el tan ansiado nuevo álbum. Esta vez, con el aderezo de propender a una sonoridad menos geométrica y, tal vez, más melodiosa y asequible, aunque con ese irrenunciable acervo metódico y distintivo que define al quinteto.

De esta nueva fórmula, su paulatino alejamiento de los sonidos pesados, sus deseos y expectativas, nos cuenta Loreto Chaparro, la talentosa vocalista de la banda, en la siguiente entrevista exclusiva.

¿Qué nos puedes decir de esta nueva etapa de Matraz? ¿Cómo han tomado este regreso?

Loreto Chaparro, en vivo Brasil 2004

“Lo hemos tomado con tranquilidad, sin grandes expectativas ni apuros, pero con ganas de mantener vivo un grupo que ha sido parte importante de nuestras vidas y ha dejado un buen legado en la música chilena”.

“Emil 1” es un más que interesante crisol sonoro. Llama la atención el hecho que optaran por el formato digital. ¿Qué nos puedes decir de esta nueva fórmula?

“El formato digital es más abierto al mundo, accesible y directo. En nuestra época más activa musicalmente con Matraz, no existía, ni tampoco estas plataformas digitales que te conectan instantáneamente con todo el planeta. Casi no había redes sociales virtuales para la difusión de las noticias y el material. Sólo se usaban los foros para comentar, las disquerías y conciertos para promocionar y vender los discos. Ahora, teniendo toda esta tecnología a nuestra disposición, cómo no utilizarla. Tampoco nos cerramos a la posibilidad de hacerlo en un formato físico de colección: esa idea está súper vigente”.

¿Y respecto a este nuevo giro?

“El nuevo sonido de Matraz viene de la mano con la madurez. Ya no existe esa ansiedad por demostrar el virtuosismo, la rapidez de la ejecución y los temas larguísimos. Se busca un sonido nuevo, fresco, cargado de armonía, groove, conocimiento y madurez musical, siempre destacando la calidad en la ejecución y composición musical, y una cuidada y prolija lírica. Aquí se realza la estructura de la canción en cuanto a forma y duración; son canciones con temáticas urbanas. Pero lo que es sin duda lo más relevante de esta música, es su originalidad”.

Los cambios de lineup son siempre algo complejo. Sin embargo, hay que reconocer que el trabajo de guitarras es excelente, ¿Coincides en que hay un aporte distinto y novedoso a la propuesta de la banda?

“Siempre alguien nuevo traerá consigo un aporte sonoro y energía renovada, y eso le hace bien al grupo. En este caso Gonzalo Cordovez es un excelente guitarrista y ha sido muy grato trabajar con él durante este tiempo”.

¿Aún tienen a “Gritaré” en la retina? A mi juicio, es un álbum trascendente en la escena musical chilena y en estos nuevos temas hay un dejo de este disco.

“Sí, Gritaré es un disco al que le tenemos mucho cariño y en nuestros conciertos siempre tocamos sus temas con nuevos arreglos. Y Emil 1 tiene la esencia de Gritaré, ya que la música viene de la misma matriz -que es la mente y composición de Diego-, quien plasma toda su creatividad y conocimiento musical, dando un tremendo espacio de ejecución a cada integrante del grupo que aporta con su característico sonido, dando un interesante y único resultado musical.

Se puede percibir una sonoridad más armoniosa y quizás “menos pesada”, sin renunciar a la siempre presente riqueza de matices. ¿Estás de acuerdo?

“Te podría acotar también que el nuevo sonido de Matraz trata de alejarse del metal (sonido que ya explotamos hace más de 15 años con Tiempo y Gritaré), y que ahora parece ser el camino de todos los que hacen este tipo de música. Hoy en Matraz, hay una propuesta más compositiva, armónica; hay más solidez, conocimientos y recursos musicales para la creación, ejecución y originalidad del sonido”.

¿Qué planes hay para esta nueva etapa? Tendremos un nuevo disco en estudio? ¿Podrías adelantarnos algo?

“Tenemos la idea de hacer un compilado de varios EPs: Emil 1 es el primero, seguiríamos con Emil 2, Emil 3, Emil 4, etc. Emil nace aludiendo al nombre del creador del Matraz de Erlenmeyer, el químico Emil Erlenmeyer. Así como las obras de Mozart fueron ordenadas con el catálogo “Köchel”, creado por Ludwig von Köchel, quien enumeró las obras musicales compuestas por el compositor. Así, cada una de las obras de Mozart están designadas por un número precedido de la abreviatura K. o KV. En el caso de las obras de Matraz, utilizamos el nombre “Emil”.

¿Se sienten cómodo con el formato EP?

“El formato EP nos permite estar publicando más frecuentemente que en un LP, que a veces tarda años en terminarse. De todos modos, como te mencioné antes, no tenemos apuros, sí muchas otras actividades musicales y laborales paralelas y, por supuesto, la atención que debemos darle a cada una de nuestras familias, cosas que hacen más lentos los procesos de producción musical”.

Pasando a otro plano, ¿Es Europa un tema pendiente? Lo pregunto porque hay muchos fans que gustan del grupo en el viejo continente.

“De hecho, ese sería el foco por ahora. Eso nos movilizaría con más entusiasmo. Nos tiene algo desmotivados la escena nacional y ya no estamos con las ganas ni la energía de tocar fin de semana en bares. Es resacrificado y ya pasamos por todo eso en nuestros años mozos. Nos gusta tocar en teatros o lugares que cuenten con suficientes condiciones técnicas y donde se pueda recibir una buena cantidad de público”.

Quisiera llevarlos a otra esfera, ¿cómo ven la escena progresiva y de vanguardia chilena?

“Bueno, de partida nosotros no nos sentimos parte de la escena, sólo somos unos amigos músicos que se juntan a tocar, suena bien y hacemos conciertos. Me impresiona la cantidad de grupos que hay, no he escuchado mucho y lo que he escuchado pareciera ser más de lo mismo, en términos armónicos, rítmicos y líricos, con una tendencia muy marcada al metal, lo que no es malo, pero no sé si al rock progresivo le hace bien. Matraz estuvo en eso hace 15 años atrás y ahora queremos alejarnos del sonido metalero como te mencioné, pero como no me siento parte de la escena tampoco estoy tan al tanto de la vanguardia progresiva como para opinar con propiedad sobre ella”.

Gracias Loreto, para terminar una pregunta un tanto recurrente, pero no menos interesante. ¿Escuchan bandas y propuestas nuevas? Sería interesante conocer que tienes incorporado a tu reproductor hoy, por ejemplo.

“Es difícil esta pregunta porque cada uno de nosotros escucha cosas distintas, en mi caso, todo tipo de música y, generalmente, cosas que estudian mis alumnos de canto o que tengo que estudiar yo, pero te diría que los clásicos de la historia de la música son los que están más presentes en los reproductores”.

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