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El ovni de Vegas de Diuca

El año 99, mientras trabajaba en el Diario “Crónica”, se nos asignó un reportaje sobre un supuesto avistamiento de un Ovni en el sector Vegas de Diuca de Hualqui. En aquel entonces participaba del segmento “Lo Inexplicable” de dicho medio periodístico y junto con mi colega Carlos Basso emprendimos la travesía. Era invierno, aún lo recuerdo.

Por esas cosas de la vida encontré dicho reportaje en el baúl de los recuerdos. Ahora comparto con ustedes.
 
Extraña aparición causó consternación en la alejada localidad de la comuna de Hualqui, en 1997. Según los testigos, el aparato parecía inteligente, pues seguía los movimientos de las personas. Incluso, una lugareña lo despidió diciendo “¡que te vaya bien, hombre!”, cuando el extraño aparato se elevó del cerro que lo cobijó.
Por Juan Barrenechea H. y Carlos Basso P.
Sucedió en el invierno de 1997. Concretamente el 23 de agosto, día que se revolucionó la apacible localidad de Vegas de Diuca, que se ubica a unos 20 kilómetros de la comuna de Hualqui, en medio de los cerros.
Pese a que no hubo testimonios directos en dicha oportunidad -por lo inaccesible del terreno- todos quienes conocieron el caso coincidían en un hecho común: un pequeño objeto volador no identificado se estacionó por casi un día en la ladera de una pequeña loma ubicada a unos 2 kilómetros de la escuela Vegas de Diuca, en la propiedad de José Estrada.
Pedro Villarroel, un habitante del sector, “se perdió” el ovni, (no lo alcanzó a ver), pero tiene muy claro lo que observaron los demás. “los que lo vieron dicen que era como un monito. La cosita se movía cuando lo iban a mirar. Después se elevó, y se estacionaba arriba, y miraba. La cuñada mía, cuando se fue, le dijo: ¡que te vaya bien, hombre…!”
Dos años de silencio
Dada la lejanía del lugar y lo complicado del acceso -a “Crónica” le tomó dos horas de caminata en medio del barro -ningún equipo periodístico pudo interrogar a los testigos, un total de 8 personas-. Nicolasa Estrada, la cuñada de Villarroel, trabaja como manipuladora de alimentos de la escuela del sector y fue la primera en avistar el objeto. “No me acuerdo de la hora, pero sí sé que era cerca del mediodía y estaba nublado”, precisa, agregando que “como a 200 metros de la casa vi una cosa extraña que se movía dando pequeños saltitos, y que luego se estacionó en la ladera del cerro. La parte superior era de un tono rojizo, mientras que la parte de abajo era más bien amarillo, de aspecto metálico”.
Lo sorprendente del relato es que la mujer pudo apreciar también el abandono del lugar por parte del objeto. “En la tarde del día domingo volvimos a verlo, todavía estaba ahí, quieto. De repente comenzó de nuevo con los saltos y se elevó. No podría decir lo que era exactamente. Lo único que sé es que no era de este mundo”, señala.
Su despedida se justifica porque para ella, el asunto “parecía inteligente”. Ahí me dio susto Unas horas después llegó el resto de la familia Estrada. José, de 45 años, recuerda que é estaba en la casa cuando “mi cuñado llegó allá a la casa, con escopeta en mano, para decirme que había una cuestión ahí, venía volando y de repente cayó a un bajo”, explica. “Fui pa’llá yo. Yo tenía una máquina fotográfica y empezamo’ a sacarle fotos a la cuestión, que no parecía un ovni, si era una cosa redonda, como una cabeza. En la parte del centro como que se le veía un ojo. Era como un hoyo, un hueco que se veía”.
-¿Tenía antenas, orejas o algo así?
-En la parte de abajo tenía una colita, y dos arriba. Para arriba era redondo, como la cabeza de un viejito pascuero.
-¿A qué distancia estuvo usted?
-Estuvimos cerquita, a unos 10 metros.
-¿Porqué no lo tocó?
-NO… (ríe ladino) no ve que no nos atrevimos a tocarlo.
-¿El aparato los enfocaba a ustedes?
-Es que cuando yo le tomé la foto el aparato estaba de lado, y giró así, en el aire y se puso de frente al lado de mío. Y ahí me dio susto y no quise na’ yo. (Cabe señalar que en dicho rollo -al cual “Crónica” tuvo acceso en su oportunidad- no se veía absolutamente nada anormal).
-¿Usted cree que el objeto poseía inteligencia?
-Uno cuando llegaba cerca se giraba, lo miraba.
-¿Intentaron dispararle?
-Sí, es verdad, mi cuñado estuvo a punto de pegarle un tiro. Pero yo le dije que no lo hiciera por que podía ser algo malo. Según la descripción de Estrada, el aparato era metálico, delgado de lado, con la parte superior cromada (“como una coronita”) y la parte trasera rosada. “Al otro día, nos levantamos temprano y fuimos a ver. El objeto seguía en el mismo sitio, estaba en el aire casi rozando la tierra”, relata.
Luego de ello, Estrada bajó a Quilacoya a buscar a los carabineros, que le requisaron la máquina fotográfica. Cuando regresó al sector -junto a la policía- “el monito” ya había emprendido vuelo. Anteriormente, Estrada había visto objetos zigzagueantes y, de hecho, hace tres semanas “venía de Hualqui, se me hizo tarde, Venía ahí en la escuela, caminando para arriba, cuando de repente vi como un medio foco, como un lucero, pero grande, y se trasladó de este a oeste, pongámole. Iba lenta la luz… redonda, como cayendo, más grande que la luna a ahí como que me dio…, pero yo no le tengo miedo”.
Avistamientos: pan de todos los días en el cerro
Los habitantes de Vegas de Diuca todavía no pueden explicarse lo sucedido. A la luz de los hechos podría tratarse de encuentro cercano con algún tipo de avanza extraterrestre o bien la percepción de algún tipo de globo sonda deteriorado. Sin embargo, las interrogantes continúan. Si se tratase de un globo o algo parecido, ¿por qué no se enredó en los matorrales que abundan en el sector? ¿Por qué los testigos no vieron ningún tipo de letra o dibujos en su superficie?.
Para los lugareños no existen respuestas concretas. Pedro Villarroel y Olga Estrada recuerdan que pocos meses después del avistamiento pudieron observar otro Ovni, de mayor envergadura, con forma “de embudo” y el que cruzó a gran velocidad por encima de los cerros y la frondosa vegetación. “Fue al tiempo después, dos meses sería. Era bien abultado, y después nosotros escuchamos (la radio) y lo vieron pa’l lado de Florida”, precisó Olga Estrada, hermana de José Estrada.
Para Pedro Villarroel, su esposo, “era una especie de luz, que se movía”. Agregó que el “asunto” pasó lento, en dirección norte y que lo vieron “lo que embromó en correrse”; es decir, unos 5 minutos. Pero no es lo único extraño. Villarroel recuerda otro episodio anterior, que le ocurrió mientras montaba a caballo, una cerrada noche.
“Se me apareció un aparatito, como un monito, una cosa así como un cristianito chico, como el que vieron en Vegas de Diuca”. El pensó que eran “cosas malas”, porque el objeto -de no más de 50 centímetros- hizo que el caballo se encabritara. Tras arrancar del lugar, posteriormente atribuyó el hecho al diablo, pero evitó comentarlo para que no lo agarraran para el tandeo.
¿En busca de minerales?
En Vegas de Diuca existe una gran concentración de cuarzo y oro, y los fenómenos ovni muchas veces se asocian a la presencia de riquezas minerales. De hecho, Pedro Villarroel recuerda que hasta hace 30 años, Vegas de Diuca era conocido por la existencia de una mina de cuarzo, mineral que sale a flor de suelo. Sin embargo, la empresa duró muy poco, ya que según las explicaciones que se entregaron, el cuarzo estaba demasiado profundo (?).
Asimismo, en los riachuelos del sector existieron a lo menos dos lavaderos de oro, que dejaron de funcionar hace quince años por la misma causa, a los que se suma el de San Onofre, distante a pocos kilómetros del lugar.
DIARIO CRÓNICA – CONCEPCIÓN 1999

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