LA  MORTAJA

¡Don Felimón, ha muerto! Se escuchó la voz de Lucía. Su hija nos ha traído la triste noticia. Terminó diciendo la hija menor.

Doña Zoila madre de Lucía, se levantó al instante  de la banca donde estaba sentada a orillas del fogón. En el centro de la pieza de  su casa de adobes. Todas las tardes especialmente en invierno  se reunían alrededor del fogón,  la única forma de soportar el frío  especialmente en esos tiempos cuando no existía la l

Doña Zoila  tomó el chonchón  fue hasta la pieza contigua se colocó  el abrigo, unos zuecos y acompaño a la dolorida hija del difunto al velatorio. Tendría  que  confeccionarle  la mortaja, ya que había estudiado en una escuela técnica en la ciudad de Concepción,  alta costura corte y confección especializada en sastrería sin luz eléctrica ni gas ni agua potable.

Con el apuro y la tristeza. La mortaja les quedó más larga de lo que tenía que ser, para no postergar  más  el velatorio procedieron a vestirlo tal cual había quedado la confección de la vestimenta fúnebre. Después de  rezar el rosario por cuarenta y ocho horas se efectuó el funeral, al pie de un árbol en el patio de la casa como se acostumbraba en esos tiempos  ya que se trata del año 1901.

A los días después  dos hijas de doña Zoila debieron ir a casa de la viuda para  pedirle una tasa de sal que se le había terminado y no sabía cuando iría al pueblo para comprar.Todos regresaron a su casa lamentando  la partida de tan querido amigo, padre y esposo.

Odila y Jovita emprendieron la caminata, pero para acortar camino se introdujeron por medio del bosque. En la mitad del trayecto  divisaron que venía una persona  caminando con mucha dificultad, al estar más cerca se percataron que era Don Felimón  sujetándose la mortaja con ambas manos para poder caminar,  muertas de miedo empezaron a correr y el fantasma se escondió en una mata de litre y esta se movía notablemente, ya serían las siete de la tarde en pleno crepúsculo, hasta los pajarillos se habían recogido a sus nidos, las hermanas seguían caminando ahora muy lentamente muertas de miedo, no sabían que hacer abrazadas se quedaron en medio del camino atónitas, la figura dejó de verse pero la mata de litre se seguía moviendo.

Reaccionando ambas, nuevamente empezaron a correr regresando a su casa contándole a su mamá lo ocurrido.

Cuando la familia del difunto supo lo sucedido. Se efectuó la exhumación del cadáver y doña Zoila, con sus tijeras de sastre, corto la mortaja y el muerto no se volvió a aparecer por los caminos del cerro Loncoche de Talcamávida

 Lila Layers  2013

EL TUE TUE

Era común  como dije anteriormente que en las noches de invierno la familia se reunía a orillas del  fogón  en la casa de adobes, para soportar el frio.  Esa noche Doña Zoila  junto a sus cuatro hijos en espera de su esposo que andaba entregando la cosecha del vino.  El viaje era largo en carretas hasta Quilacoya ahí  un puerto fluvial pasando el río Bio bio,  en grandes  balsas al  Patagual, con sus carretas para seguir hasta Lota y Coronel zona minera, de gran flujo comercial en esa época .Año 1901 para ser más exacta.

Pasaban el tiempo  tejiendo ya sea a palillo o crochet  incluso también leyendo la biblia. De pronto el tue tue emitió tétricos sonidos,  todos se miraron aterrados. Doña Zoila tomó su rosario junto con su biblia, y empezó  a rezar, pero antes dijeron al mismo tiempo. “martes hoy, martes mañana, martes toda la semana

Su hijo Alberto  se levanta de su asiento y muy valiente gritó. “Ven mañana por un kilo de sal” Volvió a sentarse, eufórico riéndose. Su madre  lo reprende enérgicamente. Con su rosario en la mano siguió rezando,  sus tres hermanas Odila Lucia  y Jovita también rezaban aterradas de miedo.

A la mañana siguiente  Alberto  salió como de costumbre muy temprano a los quehaceres del campo.

Al medio día  un anciano golpea la puerta Jovita  la hija menor de doña Zoila  lo atiende. El anciano pregunta por Alberto.

 No está dijo  la niña

 Vengo  por un encargo. Dijo el hombre,

 No está manifestó Jovita nuevamente. El hombre se fue, y la niña cerró la puerta.

Llagó la noche  todos cenaron como de costumbre, pero Alberto no regresaba  de sus quehaceres  campesinos.  En vista que no llegaba prepararon chonchones y salieron a buscarlo sólo  a  los alrededores de la casa nada de Alberto  lo buscaron por mucho tiempo pero james  lo encontraron y como si  fuera poco  no había  pasado mucho tiempo Jovita enfermó  y falleció Doña Zoila  perdió  a dos de sus cuatro hijos muy seguidos uno del otro,

Doña Zoila no se cansaba de repetir esta es obra del tue tue. Nada más.

 Lila Layers  Junio 2013

LEYENDA  DE LA LAGUNA  DE TALCAMÁVIDA – EL  ANIMAL DEL AGUA.

 En nuestra hermosa laguna de Talcamávida   salía constantemente una especie de animal nadando  con mucha fuerza hacia la orilla  saliendo desde el costado donde pasaba la línea férrea  todos le tenían  mucho miedo,  nadie se bañaba y la laguna permanecía  limpia y tranquila como un ojo misterioso  observando todo  en un gran silencio.

 En una oportunidad una  humilde mujer que se ganaba la vida haciendo lavados  e iba a esta laguna a hacer su trabajo,  en una piedra apaliaba la ropa con una paleta,  la refregaba  y luego la enjuagaba como era además madre de una guagua solo de meses,  al llegar al lugar,  había un cuerito muy hermoso en la pequeña entrada de tierra, como si hubiera estado dándose un baño de sol, ¡Que bonito!  Está este cuerito,  se dijo  la mujer, dejando su hijita sobre el hermoso cuero, empezó a  hacer su trabajo, pero un ruido la distrajo y  aterrada vio que el cuero se enrolló rodando con su hijita al interior de la laguna,  perdiéndose en las profundidades de las aguas.

Después del terremoto 1939 dos jóvenes  amigos Alfredo y Demetrio, o sea Bachelín como solían decirle, Estos dos amigos iban todos los días a ver  al animal del agua pero este no apareció  a ellos les gustaba contemplar  como salía  desde la orilla  opuesta del costado de la línea férrea hasta la única entrada de la laguna, lugar donde se instalaban siempre a mirar, salía con tanta fuerza  corriendo  en el remanso de agua como si fuera echando chispas dejando una  marcada huella en las tranquilas aguas.

Como no volvieron  a verlo dedujeron  que el  terremoto lo habría sepultado en su cueva que estaría  a orillas de las vías ferroviarias. Esto los indujo a buscar  la cueva introduciéndose a las aguas con mucho miedo, nadie se adentraba a esta laguna por miedo al animal del agua como solían llamarle.

 Al no encontrar nada sólo derrumbes por el terremoto de ese año.  Empezaron a bañarse todos los días  ya que era verano Enero para ser más  exacta, disfrutando de la belleza de esta laguna rodeada de totoras y sauces también   aparecieron taguas y ranas  que croaban  y algunas  carpas,   Al llegar la tarde todo esto le daba un encanto sobre natural así  todos los habitantes del pequeño poblado empezaron a concurrir al pequeño lago para disfrutar en verano las transparentes aguas  acogiendo en toda la  población de Talcamávida  niños jóvenes y adultos  practicaron la natación  como también se hicieron campeonatos de natación   paseos en votes  incluso se efectuó hasta un carnaval con hermosas Reinas a orillas de tan hermoso e histórico pequeño lago, cuna de inspiración  poética ya sea para algún joven enamorado, o un poeta soñador.

EL PAVO ASADO EN NOCHE BUENA

Doña Zoila que habiendo vivido en el cerro Loncoche. Decidió emigrar al pequeño  pueblo  de Talcamávida  o tralcamahuida su nombre original que en mapudungun quiere decir  “ Truenos entre montañas” Con sus dos hijas, para tener acceso a una educación mejor, allí  se dedicó a la confección  de ternos de huaso que era su especialidad,  pantalones de fantasía de un excelente casimir, con la chaqueta corta ya sea en blanco o negro,  como también hacía de partera  o comadrona  teniendo gran conocimiento en ambas profesiones ya que  poseía  libros de medicina escritos en castellano antiguo y  en cuanto a costura había estudiado  en una escuela técnica. También muy beata asistiendo a la hermosa Iglesia  de dos enormes naves  con columnas y baldosas, ocupando la mitad de una manzana, con casa para el sacerdote, santos  traídos de Europa  y una  pila bautismal, la nave exterior con pinturas religiosas que se destacaban. Al interior una amplia galería   saliendo al patio un jardín  hermoso con una gran variedad de flores.

Doña Zoila no solo asistía a misa  también leía la biblia que compartía con sus dos hijas y especialmente con sus dos nietos Alfredo y Romilio eran niños muy traviesos queriéndose como primos hermanos.

Era la  víspera de Pascua allá  por el año 1928 preparó  los dulces y un pavo asado para  la fiesta de navidad.  En lo que se refiere a cocina Doña Zoila tenía unas manos maravillosas, como también sus dos hijas Odila y Lucia, dejaron todo preparado para el día siguiente encaminándose a la Iglesia, muy atentas y con mucha fe escucharon la misa del Gallo,  por el Sacerdote del pueblo querido por todos los parroquianos.

Alfredo y Romilio se quedaron en casa, como eran tan niños  no querían que trasnocharan por lo tarde que se celebraba la misa. Estos niñitos al sentirse solos  se  levantaron  y buscaron los ricos alimentos  especialmente el pavo asado, fueron a buscar  otros amiguitos de su misma edad,  sin sentir miedo a la noche ni sueño. Buscaron  el pavo hasta que lo encontraron lo repartieron y se lo comieron con pan amasado, cocido en ese horno de barro. Luego botaron los restos huesos,  al perro y se acostaron, los amiguitos  regresaron  a su casa felices y contentos con el banquete que  habían  compartido con los primos hermanos Romilio y Alfredo.

Cuando  Doña Zoila  llegó con sus dos hijas de la iglesia los niñitos estaban durmiendo plácidamente si llegaban a roncar,  que raro exclamó  Odila nunca los había visto dormir así.

Al día siguiente  día de Pascua, los regalos, la buena comida. Colocaron la mesa con un mantel en tela de damasco color blanco y muy largo, con todo lo que se merece un día tan especial. Ya todos  sentados  Lucia  fue por el pavo ¡mamá! Dio  un grito, Doña Zoila  se levantó de su asiento dirigiéndose  a la cocina, para ella fue muy extraño encontrar la budinera vacía, solo un poco de jugo y el rico olor al pavo asado.

Solo exclamó;  EL QUE GUARDA PARA EL OTRO DIA, EN DIOS DESCONFÍA.

Como el amor de Doña Zoila era tan especial para sus hijas como sus nietos,  y para todos los que la rodeaban, corrieron a tomar otro pavo de ese gallinero  con tantas aves para consumir en casos especiales,  en un día de santo o fiestas nacional o social. Los primos hermanos siguieron haciendo  de las suyas, como todos los niños traviesos.

 Lila  Layers  junio 2013

 

 LAGUNA  DE TALCAMÀVIDA

 Laguna de Talcamávida, concierto de voces.

Que  guardas en lo más profundo de tu vientre cristalino
Secretos  de ayer y de hoy, sueños y sonrisas
 De los que se sumergieron en tus besos transparentes.
 
Cuantas veces  me envolviste en tu manto de perlas
Formando cascadas en mi estatua de mármol viviente
Jugueteando con mis cabellos, deslizándote en mí
Como un velo de seda transparente,
 
Refrescaste  mi alma cuando te besé con ansias,
Apagando mi sed, lavando mi tristeza de alguna tarde amarga,
 Hundida en tus remolinos cuajados de estrellas,
 Llenos de brío y esperanza que tú  sembraste.
 
Eres como un diamante, broche incrustado entre cerros
Contemplando las nubes que te besan cada mañana.
La Diosa gea te sostiene en su mano, puño de agua Cristalina,
 Pura  y fresca como la nube que se detuvo a besarte.
 
Las totoras  danzan al compa de esa música
Que sólo los ángeles pueden escuchar.
Los sauces te hacen reverencias y el viento baila contigo
La música del amor de la fantasía  de la belleza.
 
Tus hijos te veneran, te cuidan, te aman,
Eres parte de cada ser que mora en las siete leguas de tu reino
Tú vas en cada uno de nosotros, tú estas en cada planta,
En cada suspiro, en cada mirada, en cada festejo.
 
LAGUNA DE TALCAMAVIDA  ¡YO  TE AMO!