“Wishing you to be so near to me. Finding only my lonelines.

 Waiting for the sun to shine again. Finding that it’s gone to far away
To die
To sleep
My be to dream”

Baja Prog 2008 – Un oasis multicultural

Es curioso revisar y entender qué motiva al hombre en sus diversas facetas. En el caso los seguidores del rock progresivo, el deleite sonoro y la interacción con otros fans del estilo, en un clima de armonía y amistad, parecen ser el aliciente fundamental que genera esta búsqueda. Pero como todo fenómeno, este concepto necesita un espacio vital. Y ese lugar, por lo menos en América, tiene nombre y apellido: el Festival Baja Prog de Mexicali.

Sí, porque resulta impresionante el ver cómo los melómanos progresivos de todo el orbe se trasladan, muchos de ellos cruzando continentes, para tomar parte de una fiesta que ya no es sólo de Mexicali. Me atrevería a decir que, de un tiempo a esta parte, Baja Prog se ha transformado en un festival que se acerca al rótulo de patrimonio cultural de Latinoamérica.

Como cada año, este verdadero oasis de la música de vanguardia reúne lo mejor del estilo, desarrollando un espacio para la audición de las bandas en dos frentes: el escenario A, en el Teatro del Estado de Mexicali, y el escenario B, aunque no menos importante, en el Hotel Araiza In.

En cierto modo, el Araiza In se ha transformado en una vitrina más abierta dentro del estilo, donde convergen bandas noveles que van desde lo experimental hasta el sonido más pesado. Este factor, consciente o no, ha provocado que una generación más joven de público cachanilla se sienta atraído por el estilo, ampliando de esta forma el universo de asistentes que cada año congrega el Baja Prog.

El martes  25 de marzo, tras un largo viaje con llegada a Tijuana, pude arribar finalmente al Baja Prog. Eran las 20.00 hrs, y tras un nuevo encuentro con la ya mítica “Rumorosa”, estaba puesto para la imperdible fiesta de bienvenida, un detalle no menor de la organización que marca la diferencia con respecto a otros festivales. Quisiera detenerme en este punto, ya que a mi juicio Baja Prog posee un espíritu muy distinto. Algunos lo llaman “calor humano”, yo quiero ir más allá y definirlo como la expresión natural del alma latina, lejos del impersonalismo y la frialdad de otros festivales. Debo recalcar que Alfonso Vidales, director de Baja Prog, se ha esmerado en preservar esta característica única que hace diferente al evento. Para muchos, en los que me incluyo, este “pequeño” detalle es factor suficiente para volar más de 12 mil kilómetros y ser parte de la fiesta.

El miércoles 26, un sol esplendoroso recibía el primer día del Baja Prog. Los encargados de abrir los fuegos eran la joven banda chilena Platurno. A mi juicio, creo que respondieron más allá de lo esperado, incluso se dieron el gusto de invitar a músicos de Mexicali para participar del show.. Su música, un crisol de rock progresivo, space rock y metal resultó bastante atractivo. Prácticamente tocaron todo su disco “Núcleos” y completaron una evaluación positiva. Minutos más tarde subió la banda  de Suiza, Prisma. No sabía mucho de ellos, salvo el hecho que tenían un disco editado en Galileo Records. La receta acá fue rock progresivo , a veces sinfónico, a veces más hard, pero bien elaborado. La banda también contó con la aprobación del respetable.

Una hora de descanso y ya todos enfilábamos hacía el Teatro del Estado. Cast, los anfitriones, fueron los encargados de comenzar la fiesta en el escenario principal. Cada año el grupo multicultural si se le puede llamar así nos sorprende con cosas nuevas. Esta vez, la inclusión de un nuevo vocalista, como es el caso de Alejandro Tornero. Además, un nuevo disco: “Originalis”. Nuevamente fuimos sorprendidos por la prolijidad del grupo liderado por Alfonso Vidales. El show fue una pasada por su extensa discografía y con un acento lógico en “Originalis”, que se me hizo bastante bueno. Mención aparte para el talentoso guitarrista chileno Claudio Cordero, que ya se le ve completamente compenetrado en la familia Cast.

Luego fue el turno de otro representante mexicanano, Alonso Arreola, un extraordinario músico radicado en Ciudad de México que me sorprendió gratamente. Debo reconocer que cuando te enfrentas a un proyecto personal de un músico generalmente surgen los prejuicios. Sólo puedo decir que el show de Arreola fue impresionante. Muy innovador y fresco. Ni hablar del dominio del bajo y de la ejecución de sus músicos. Una muy agradable sorpresa que brindó una faceta más experimental al Baja Prog.

Para el cierre, una banda muy esperada: Riverside. Los polacos cumplieron con un buen show, que además se complementó con un buen sonido. El sonido Porcupine no cabe duda que está de moda y Riverside lo confirmó con una muy buena actuación. Una hora y media de show dejó extasiado al público que aplaudió el show. La primera noche ya era historia dejando un buen sabor de boca.

El jueves 27 nos sorprendía con un calor impresionante. Por lo menos unos 35 grados. Eso no fue impedimento para que los japoneses de Djamra ofrecieran un buen show, lleno de contrastes y juegos lúdicos, características ya tradicionales d e los representantes del sol naciente. Me pareció un show avant garde dentro del prog, pero bastante sólido. Acto seguido subió 2112 de Argentina. A este grupo ya lo había visto en Chile hace algunos años por lo que me causaba  curiosidad la respuesta que tendría la gente, ya que la banda no es puramente progresiva. Su sonido, cercano al Hard Rock, fue recibido de manera aceptable por el público, demostrando que el Araiza In  ha ido generando una asistencia de fans progresivos mucho más abierta y menos purista.

En poco rato, ya estábamos instalados en el Teatro del Estado. A las 19.15 hrs comenzaban a sonar las bellas y nostálgicas armonías de Omni, grupo español que se presentaba por tercera vez en este escenario, esta vez con un renovado line up. La magia del progresivo puro y clásico apareció de pronto y maravilló a los asistentes con un show muy especial. En cierto modo, era el regreso de una banda muy apegada a Mexicali y su música cameliana se hizo notar con una aprobación cerrada.

Minutos más tarde Rocket Scientists entraba en escena. Un grupo bastante conocido en la escena musical americana. Me gustó mucho el trabajo de Eric Norlander y Lana Lane, que creo siguen siendo los puntos altos de la banda. Fue otra dosis de rock progresivo clásico.

Luego llegó el turno de New Trolls. ¿Qué podría decir de esta banda?, simplemente maravillosos, en su faceta de grupo rock, New Trolls ofreció un show extraordinario de la mano de un Vittorio De Scalzi que se transforma en un verdadero director de banda, además de las increíbles apariciones de Nico di Palo. Musicalmente, el show fue casi perfecto, destacando obviamente las interpretaciones de su “Concerto Grosso 1” (1971), Concerto Grosso 2 (1976)” y “Concerto Grosso 3” (2007) Me encantó el trabajo vocal del grupo, en donde cada músico aportaba con un timbre perfectamente alineado. Y ni hablar del aporte en batería de Alfio Vitanza de Latte e Mielle. Sobresaliente. Tocaron clásicos de siempre y otros más antiguos como “Visioni” y otras celestiales como “Adagio” o “Nella Sala Vuota”, todas ellas con una calidad suprema. En hotel pude conversar con Vittorio de manera distendida y me explicaba lo feliz que se sentía con esta nueva versión de New Trolls. De paso, debo señalar que Vittorio resultó ser una persona extremadamente amable y sencilla.

El viernes 28 fue el doble turno sudamericano en el Araiza In. Primero, con Anima Inside, la banda ecuatoriana de heavy prog. Un grupo bastante joven que acaba de terminar su disco, el cual fue presentado de manera oficial en Baja Prog. Obviamente, un tinte hard inconfundible a la tradición de Dream Theater. Les penó un poco el hecho de no contar con su tecladista, pero se vieron prometedores. Luego, Octopus de Chile. Un híbrido musical portentoso, mezcla de rock progresivo, jazz y metal. Sonaron bastante compactos y precisos, como una máquina geométrica perfecta. Octopus es la prueba fehaciente que el rock progresivo vive una búsqueda permanente de otras esferas, lo cual me parece saludable. ¡Muy buen show!

Ya en el Teatro del Estado, los nipones Quikion + Lithuma Qnombus hacían su ingreso. Mezcla de Folk y progresivo, los japoneses se las arreglaron para ofrecer un show distinto, variado. Pero lo mejor del Baja Prog 2008 estaba por venir. Con un teatro lleno hasta las banderas, New Trolls repetía su show, esta vez con un repertorio distinto, canciones que no fueron tocadas el día anterior, pero con el extraordinario aditivo de contar con el acompañamiento de músicos de la Orquesta Sinfónica de Mexicali. El resultado: SUBLIME. Dos horas de magia musical extrema que nos puso la piel de gallina. “Concerto Grosso” fue un deleite para los asistentes, a muchos de los cuales (me incluyo) incluso se nos cayó una que otra lágrima. El show de New Trolls ha sido uno de los más espectaculares que he visto en Baja Prog. Será bastante difícil que otro grupo logre el efecto conseguido ese día. Simplemente, excepcionales.

Con cierto aire de tristeza recibimos el último día de Baja Prog. La despedida de un nuevo festival era inminente, pero aún así había fortaleza para el último capítulo musical. Entrance de Chile salió al escenario del Araiza con un sol abrasador. Los chilenos, dueños de un sonido netamente sinfónico y bastante energético ofrecieron un muy buen show basado en su último álbum “Entre Dos Mundos”. Nuevamente, el tecladista Jaime Rosas se llevó la admiración del público con su estilo preciso y  emersoniano. Un dato no menor es que el baterista de Entrance en esta oportunidad fue Cristobal Orozco (Octopus), vaya que lo hizo bien. Luego fue el turno de Alex Carpani Band, otro grupo italiano de corte clásico sinfónico. Fue una agradable sorpresa, pese a poco conocimiento que tenía de la banda, incluso hicieron unos covers de Genesis que les permitió cerrar de buena manera su show.

El Teatro del Estado, repleto nuevamente, recibía nuevamente a los dos estelares del festival. Primero, Le Orme, una de las bandas más reconocidas de la escuela italiana, quienes regresaban al Baja Prog tras 7 años y con un nuevo formato de trío. El show de Le Orme fue extraordinario, con un Micchi dei Rossi metido en el concierto e interactuando con el respetable. Aldo Tagliapietra, con su voz inigualable, demostró que sigue perfectamente activo, mientras que Michelle Bon, el tecladista, dio muestras de un manejo inmaculado en los teclados. Una hora 20 minutos de concierto fue suficiente para coronar una actuación redonda que fue retribuida con un cerrado aplauso.

Luego, Circa, la banda prima hermana de Yes, integrada por Alan White, Tony Kaye y Billy Sherwood, quienes ofrecieron un muy buen concierto de cierre, el cual provocó el delirio cuando interpretaron un paseo por la discografía de Yes.

Tras el show y las firmas de autógrafos de Circa, nos fuimos directo al Araiza In para también tradicional fiesta de despedida, la cual como siempre estuvo amenizada por mariachis y cantores populares. En medio de una cena exquisita surgieron los abrazos de camaradas, las despedidas y  las espontáneas promesas del retorno.

Por cinco días Mexicali se transformó en el oasis del rock progresivo latinoamericano. Me siento feliz de, en cierto modo, haber sido parte de esta fiesta. Recién ahí pude comprender finalmente el factor motivacional que inspira al hombre a experiencias como esta: la pasión de una minoría como regocijo espiritual infinito. Más allá de la melomanía, comprendí que Baja Prog se ha transformado en una catarsis. Y en lo personal, me siento feliz que así sea. El otro año, de todas maneras, iré por una nueva dosis de espiritualidad y amistad.

He aquí mis medallas de Baja Prog 2008:

Oro: New Trolls + Orquesta Sinfónica de Mexicali Plata: New Trolls Bronce: Le Orme

Reportaje y Fotos: Juan Barrenechea Herrera