Ubicado en una ladera del cerro que de manera silente vigila la estación de Gomero, se encuentra el altar especialmente construido por los lugareños para cobijar a la Virgen del Carmen, imagen sagrada local que desde 1958 recibe a un importante número de feligreses que llegan hasta el lugar para solicitar algún tipo de ayuda o agradecer los favores concedidos.
La historia de la Virgen de Gomero se remonta algunas décadas atrás, cuando dicha entidad se le apareció a Elena Merino Lara, una niña del sector que en aquel momento caminaba hacia la cantera del sector para llevarle la vianda a su padre.
Luego del encuentro, la joven confidenció a los vecinos el deseo de la virgen de residir en Gomero, por lo que decidió cumplir con dicho anhelo y procedió a instalar una imagen suya en el sector Estación, evento que se concretó finalmente el 15 de noviembre de 1958.
Desde entonces, esta apacible localidad de Hualqui, que marca el límite sur de la comuna y próxima a Buenuraqui (San Rosendo), ha sido testigo de un continuo peregrinar de fieles que llegan desde diversas ciudades del país.
Vecinos señalan que antiguamente llegaban muchas personas en tren y se hacían largos peregrinajes, transformado el recinto sagrado en un importante punto de encuentro y comunión.
Hoy en día, el flujo de visitantes ha disminuido, no obstante ello, todavía existe un número considerable de devotos que años tras año regresan a Gomero para cumplir con sus respectivas mandas.
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