El Gobernador del Reino de Chile, Pedro de Valdivia, pasó por Talcamávida (Montaña de trueno) cuando se dirigía al actual Concepción, llamándole la atención este lugar, como posición estratégica por sus cerros montañosos y por la abundante población indígena que habitaba en ellos.

Recién fundada la Villa de Concepción del Nuevo Extremo, Valdivia envió un destacamento de reconocimiento al lugar y sus cerros. Después de permanecer varios días en este sitio, los exploradores descubrieron oro, lo que motivó gran alegría en el conquistador.

En atención a este descubrimiento, el conquistador organizó una expedición para explotar las minas de oro de Talcamávida, labores ejecutadas por los indígenas del lugar y a las órdenes de los españoles.

Según los cronistas de la época los resultados fueron buenos y que se llegó a recoger cantidades muy apreciables de oro cada día.

Después de la muerte de Valdivia en la Batalla de Tucapel en el año 1553, los españoles abandonaron los minerales de oro de Talcamávida debido al levantamiento araucano.