En diciembre del 2015, la banda de rock alternativo francesa Wonderflu editó su disco “Call It Monster”, cuya portada muestra una potente escena de estadio, en donde un jugador, recostado en pleno suelo, expresa el profundo dolor de una feroz patada en su rodilla por parte de un macizo rival de camiseta albirroja.

Hasta ahí se podría pensar en una inspiración futbolera, de tipo casual. Sin embargo, acá viene lo curioso, toda vez es que la propia banda parisina ya había hecho un experimento sonoro similar en diciembre de 200, con su EP “Lota Schwager”.

Al escuchar el disco, resulta llamativo que algunas de sus composición lleven como título “Running Faster” o  “Come Back”, lo cual se asimila perfectamente al espíritu y la impronta de “La Lamparita”, incluso desde la perspectiva de la música como lenguaje simbólico.

Al parecer esto no es simple coincidencia, sino más bien un sentido guiño al pasado del club, que hoy milita en la Tercera División del fútbol chileno, ya que el padre de uno de los integrantes de la banda es oriundo de Lota e hincha del cuadro minero.

Decisión circunstancial u homenaje, como fuere, Wonderflu, con este sugerente título, supo evocar a través de obra musical el sentir de todo un pueblo y de una camiseta profundamente impregnada de historia, sacrificio, gloria y dolor. Lo hicieron de manera consciente o no ¿qué importa?, lo mágico es que, por lo menos en este sector del planeta, lograron los objetivos primordiales de la música: transportar y emocionar.