El 26 de marzo de 1813 desembarcaron en la bahía de San Vicente las tropas de expedición enviadas por el Virreinato de Perú al mando del brigadier Antonio Pareja con el objeto de sofocar la rebelión encabezada por José Miguel Carrera.

El comandante realista Ildefonso Elorrerreaga con 350 fusileros montados logró tomarse Los Angeles,  Nacimiento y la isla de La Laja y enfrentó posteriormente a los patriotas en Huilquilemu, combate del cual éstos tuvieron que retirarse y donde el propio O’Higgins fue derribado del caballo con su montura, siendo rescatado por el capitán Agustín López Alcázar, prosiguiendo su fuga montado en el caballo que le cedió el soldado Gabino Guardia.

Sobre la marcha, en el sector central paralelo a la ribera norte del río Biobío, este jefe, días más tarde, reunió sus milicianos en Quilacoya y con los refuerzos solicitados a José Miguel Carrera,  enfrentó a las mismas fuerzas de los ingeniosos y audaces realistas Elorrerreaga y Quintanilla.

El 15 de septiembre de 1813, un pelotón al mando de Bernardo O’Higgins  dispersó a una avanzada realista en Gomero, pero muy pronto apareció el al grupo de los piquetes monarquistas y el líder patriota se retiró en orden hacia Quilacoya, donde tenía bien dislocadas a sus tropas, derrotando en este lugar en toda la línea a los destacamentos españoles. Este combate sólo tuvo como efecto inmediato evitar el avance  de los contingentes de Elorrerreaga a Concepción.

En octubre O’Higgins al frente de más de 500 hombres obligó a Elorrerreaga a evacuar las fronteras y volverse a Chillán, bastión realista de ese entonces.