Último día del 2022. Como siempre los epílogos llevan ineludiblemente  a los balances, aunque no siempre es fácil dimensionar lo sucedido. Son tantos los eventos vividos que resumirlos en en cuántas líneas resulta dificultoso, pero no puedo dejar de mencionar que fue un año extraño, y un tanto complejo, sobretodo cuando existen temas de salud de por medio.

Una afección al oído medio y una coxigodinia rebelde me tuvieron a mal traer. También debo recordar que en abril tuve un encuentro con el Covid, por lo que supe de primera fuente lo que significa el confinamiento.

Sin embargo, lo positivo fue siempre superior: familia, trabajo y música me brindaron el impulso necesario para sobrellevar toda esta avalancha de emociones.

En ese sentido, hay que ser agradecido por el hecho de superar todos estos impasses. Me siento bien y listo para continuar el sendero de la vida porque, como bien saben, los caminos difíciles conducen a lugares maravillosos.

Se viene el 2023. Estamos cargados de energía positiva para tal encuentro. Vamos por más !!!!!