Enraizada con nuestra cultura aborigen, la leyenda “La Maldición de la Machi” es tal vez una de las más populares y conocidas por los hualquinos. Ella nos intenta explicar los largos años de abandono y postración en que se ha visto esta ciudad a lo largo de su historia y que sin lugar a dudas ha dado lugar a un sinnúmero de otros relatos que intentan reflejar este prolongado atraso, como ocurre con la leyenda “La República de Hualqui” que conoceremos más adelante.
La “Maldición de la Machi” tiene su origen en la desgraciada historia de amor protagonizada por los hijos de los caciques del pueblo de Quilacoya y Hualqui, quienes al no poder cristalizar su amor debido a la tenaz oposición de sus padres, decidieron casarse ocultamente para luego lanzarse a las torrentosas aguas del gran Bío Bío convencidos de que sólo la muerte podría unirlos eternamente.
Cuenta la leyenda que al momento de lanzarse sobre el río, sus cuerpos se golpearon en unas piedras blancas, las que se tiñeron completamente de rojo con la sangre derramada. Fue entonces que la machi de la tribu de Quilacoya montó en cólera al saber lo sucedido, y en medio de su ira lanzó su famosa maldición a todos los habitantes de Hualqui y sus descendientes diciendo: “Este pueblo no surgirá mientras las piedras no se laven y vuelvan a su color natural: el blanco”.
Y fue así como esta historia corrió de generación en generación a lo largo de los siglos, una historia que ha servido para que los hualquinos justifiquen el prolongado atraso en que estuvo sumergida esta hermosa ciudad. Sin embargo, hoy en día muchos señalan que la vieja maldición ha desaparecido para siempre debido a que hace algunas décadas se encontró y comenzó a explotar al interior de Hualqui un yacimiento de cuarzo, una piedra blanca que de manera simbólica ha logrado borrar lentamente aquellas manchas de sangre de los dos jóvenes enamorados que dieron origen a esta historia.
Comentarios recientes