En 1765, el fray Pedro Ángel de Espiñeira visitó Hualqui y Talcamávida para informar sobre el estado de la jurisdicción. El prelado diagnosticó situaciones de excesivo comercio de ponchos y vinos, situación que fomentaba la ociosidad y el vagabundaje.
Luego del fallecimiento de José de Toro y Zambrano obispo de Concepción ocurrida en mayo de 1760, el gobernador Amat y Juniet promovió, junto a las autoridades civiles que valoraban la gestión misionera de los franciscanos, la designación en ese cargo a Pedro Ángel de Espiñeira, quien fue nombrado por el Papa Clemente XIII el 24 de Noviembre de 1761, designación ratificada por el monarca en 1762, mediante real cédula dirigida a la Audiencia de Santiago ese mismo año.
Los problemas más urgentes que debió enfrentar eran: el traslado de la ciudad de Concepción, y las relaciones de los españoles y los indígenas en la frontera del Bío-Bío. En relación con lo último, en 1765 escribía al rey sugiriendo medidas para acabar con el excesivo comercio de ponchos y vinos que propendía el hampa y la holgazanería.
Esta visita se hacía en cumplimiento de una norma que el Concilio de Trento imponía a los prelados para que se informaran, por vía directa, del estado que se encontraba sus respectivas jurisdicciones y pudieran a sí corregir las cosas que necesitaren remedio
El 11 de marzo de 1766, Espiñeira se encontraba en Gualqui (Hualqui) de regreso ya del recorrido que ya había hecho al norte. Al día siguiente o subsiguiente, debió llegar a Concepción. En ese punto la dejó suspensa para reiniciarla el 17 de agosto del año siguiente.
La situación de Talcamávida
En el recorrido, el 13 de noviembre de 1765, Talcamávida, fue la quinta visita de la comitiva. Este curato y capellanía se encontraba en el Fuerte de San Antonio de Talcamávida y el curato de Gualqui ubicado en la Estancia de Casablanca, villa de Gualqui fue la vigésima visita y ocurrió el 11 de marzo de 1766.
El clérigo mencionado en la visita a Talcamávida es José Quintana (58 años) nacido en Chillán en 1708. Alcanzó el grado académico de Gramático. Después de cortos estudios se ordenó sacerdote, sirviendo en Yumbel, Conuco y durante largos años en Talcamávida.
El 2 de enero de 1757 formó parte de la delegación de autoridades que acompañaba al Comandante del Fuerte San Carlos de Purén, Agustín Burboa para fundar la Villa de Talcamávida por orden del Gobernador Amat y atendiendo instrucciones de la Real Cédula y Consejos de Indias. A pesar que habitualmente pasaba enfermo en 1778 todavía servía allí.
Por otro lado, el sacerdote señalado en la referida visita general del Obispo de Concepción a Gualqui es Antonio Torres nacido en Concepción. Doctor en Teología, fue cura en Santa Fe y Gualqui. En esta última parroquia sirvió hasta 1744, de aquí pasó a Los Angeles donde falleció en 1781, de conducta juiciosa, ejerció con celo su ministerio.
(* Gualqui, consignado con letra G según texto original)
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