A finales de 1999, me puse en contacto con Jaime Rosas, tecladista de Entrance. En aquel entonces, la comunicación era de carácter más bien virtual, dada la lejanía, pero se generaba siempre con cordialidad y amistad. Eran tiempos en que el ciberespacio ya se había convertido en parte importante de nuestras vidas.
Tras intercambiar correos y llamadas durante un tiempo, convinimos que era necesario conocerse, por lo que se concordó que un encuentro presencial era necesario, a modo de abordar la proyección de la banda y las posibilidades de colaboración para lograr aquello.
En este tramo de la historia, apareció un evento afín de alta convocatoria, denominado “Vanguardia 2000”, en el Teatro Providencia. Si la memoria no me falla, dicho evento fue patrocinado por Radio Futuro, emisora siempre comprometida con la cruzada por difundir la escena progresiva chilena. Entre otros, también participaron Subterra, Akinetón Retard, Abrete Gandul y justamente Entrance, quienes además presentaban, para la ocasión, una formación totalmente renovada, y que incluía los nuevos integrantes: Rodrigo Godoy (bajo), Jaime Scalpello (voz) y Alex Von Chrismar (batería). Fue aquí donde programamos la reunión formal con la banda, la que lamentablemente y por razones que ya no recuerdo (creo que tuve que retirarme antes por incompatibilidad de horario en mi viaje de regreso a Concepción), no pudo realizarse. Finalmente, mi amigo, Héctor Aravena cumplió el rol de representante en aquella ocasión, entendiendo la importancia que tenía la diligencia.
Así las cosas, las conversaciones siguieron avanzando. La idea era, en definitiva, incorporar a la banda en el incipiente roster de Mylodon Records, que a esas alturas ya tenía consideradas a las agrupaciones nacionales Exsimio, Subterra, Sarax y Akinetón Retard.
Entrance ya había producido su primer disco de manera independiente (edición que incluía una versión de “Separate Ways”, de Journey), logra
ndo con esta obra bastante renombre, especialmente por la exposición que alcanzó su primer single, “Tu Sombra”. Este contexto se ajustaba a la perfección con la idea de poder fortalecer la difusión de la banda a través de este nuevo sello, único en su estilo, y reservado para el rock progresivo y la música de vanguardia.
Ya en pleno 2001, Jaime Rosas me comenta que el grupo estaba listo para comenzar a grabar su próxima producción. Esta obra ya tenía, incluso, su denominación: “En la tierra”, y sería un ambicioso proyecto de rock progresivo clásico, que además incluiría una suite de 24 minutos, “Lobo Estepario”, compuesta por Rosas y con influencias de la literatura de Herman Hesse, decisión que, en lo personal, me entusiasmó muchísimo. Entiendan mi fascinación por la música conceptual y, en especial, las excursiones musicales sinfónicas.
Magna Estudios fue el lugar escogido para la grabación de las primeras tomas, la cuales se desarrollaron de septiembre a diciembre del mismo año, bajo la supervisión de Rodrigo Godoy y de Osvaldo Cueto (segundo ingeniero).
El 2002, “En la Tierra” ingresó finalmente a la fábrica TDV para su multicopiado, bajo el número de catálogo MyloCD005.
En este disco participan Jaime Rosas (teclados), Rodrigo Godoy (bajo), Alex Von Chrismar, (batería), Richard Pilnik (guitarras) y Jaime Scalpello (voz), quien además estuvo detrás del concepto gráfico del arte de la producción. El artwork fue elaborado por Andrés Quilodrán, mientras que la masterización fue realizada por Juan Anderson.
“En la Tierra” es un disco muy especial para mí, no solo por el hecho de participar como productor ejecutivo del mismo, sino porque es la primera obra en que se aborda de manera íntegra este rol. Como anécdota, puedo decir que, para la realización del multicopiado, tuve que recurrir al apoyo de mi madre, que poco o nada conocía del mundo progresivo. Ella, “sin querer queriendo”, se transformó en coproductora de la edición en CD de este clásico chileno del rock progresivo.
“En la Tierra” fue un disco que penetró fuertemente en los mercados más exigentes de Europa, así como en lejanas latitudes; tal es el caso de Japón, donde logró una excelente recepción y demanda.
El impulso que generó este disco, nos permitió planificar la internacionalización de la carrera de Entrance. Es así como en 2003, junto a toda la banda, partimos a México para realizar una potente gira promocional que incluyó Ciudad de México, Aguascalientes, Zacatecas, Monterrey, Torreón, Chihuahua y Mexicali, en este caso, el reconocido festival Baja Prog.
“En la Tierra” es una de las producciones que más cariño le guardo. No tengo dudas de aquello, ya que en cierto modo marcó el camino de lo que vendría. Gracias a Entrance por este capítulo de mi vida, y gracias a mi madre, por cierto 😊😊.
"Dos mundos pueden existir...sin fin, sin tener que destruir al ser mortal"
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